domingo, 1 de marzo de 2009

Whanganui

Kupe y sus compañeros de viaje emprendieron entonces viaje de vuelta a Te Ika-a-Maui (Isla Norte) y continuaron su navegación por la costa oeste. Dejaron atrás Mana y Kapiti, contando la leyenda que al pasar con su canoa por entre ellas y la costa, las cercenó de la tierra firme creando así el brazo de mar que actualmente las separa de la misma. Este suceso tomó forma de canción y así ha ido pasando de generación en generación. Siguieron viaje rumbo norte hasta llegar a la desembocadura del río Whanganui. Al ser éste un paraje fuértemente azotado por el viento, Kupe lo llamó Te Kaihaw-o-Kupe (el festín de viento de Kupe).

viernes, 20 de febrero de 2009

La Isla del Sur

Los viajeros continuaron navegando la Costa Oeste
hasta que no encontraron más tierra que descubrir.
Así que rodearon el extremo sur y continuaron su viaje.
Encontraron gran cantidad de pingüinos y focas.
Kupe le dijo a su amigo y compañero de viaje Hine-Waihau
"Deja aquí estos animales para que vivan, ya que de seguro
no hay más gente en estas tierras que les puedan hacer daño".
Y así las focas y los pingüinos permanecieron como únicos habitantes de este punto sur de Arapahoa, que ahora es llamada
Te Waipounamu o Te-Waka-a-Maui.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Arahura

Su viaje por la costa oeste les llevó hasta la desembocadura de un gran río, al que Kupe puso el nombre de Arahura, significando "el camino se abre ante nosotros".
Seguían sin encontrarse con otras gentes, pero lo que sí encontraron fue una piedra que nunca habían visto antes. Siendo de gran abundancia en los ríos de la isla del sur, esta bellísima piedra, pounamu -jade-, fue apreciada, no solo por su delicado color verde, sino también como material para la fabricación de armas y herramientas. Descubrieron una variedad que tenía vetas blancas
atravesando su superficie, lo que se les asemejó al anianga -angulas- que estaban acostumbrazos a coger en sus redes. La esposa de Kupe, Hine-te-uira-i-waho, le puso el nombre de Inanga, por esta razón.

Costa Oeste

Después de descansar y aprovisionarse de víveres,
continuaron viaje navegando la costa oeste,
hasta que llegaron a Porirua,
donde hicieron alto en una isla próxima a la costa.
Matiu, una de las hijas de Kupe, estaba tan feliz
de haber podido cruzar el gran océano de Kiwa con éxito,
y de que su padre hubiese derrotado al gran wheke,
que sugirió poner a la isla el nombre de Mana-o-Kupe-ki-Aotearoa;
su padre estuvo de acuerdo,
y a la isla se la sigue llamando hoy en día Mana Island.
Mientras exploraba la bahía de Porirua, Kupe vio
una gran piedra blanca en el agua,
la cual cogió para hacer de ella una nueva ancla
para su waka -canoa- Matahorua.
A esta nueva ancla la llamó Hukatai,
precisamente por su color blanco.
Continuaron travesía, esta vez rumbo sur,
hasta alcanzar Arapaoa -South Island-,
donde quedaron sorprendidos de la riqueza de esta tierra,
pero sin descubrir rastro de presencia humana en ella.

jueves, 13 de noviembre de 2008

El retorno de Kupe

Cuando Kupe regresó a Te Whanganui-a-Tara
fue recibido con gran sorpresa y regocijo.
Sus hijas estaban tan convencidas de que habría sido derrotado
por el gran wheke,
que se habían lacerado los pechos en señal de duelo.
Así, las piedras ceremoniales estaban teñidas del rojo de su sangre,
y hoy en día se siguen conociendo como Pari-Whero (Rocas Rojas).
Después de descansar en Te Whanganui-a-Tara, Kupe y su whanau
se hicieron de nuevo a la mar.
Antes de partir, el guerrero puso nombre a las dos islas de la bahía en honor a sus dos hijas
-Matiu (Somes Island) y Makaro (Ward Island).
Navegaron entonces la costa sur, haciendo escala
en una ensenada para recoger y hacer acopio de productos del mar.
Utilizaron mimbre para confeccionar cestas
donde almacenar la comida.
Esta ensenada (Sinclairs Head) fue nombrada Rimu Rapa.